Masha, pólvora y un vestido arrugado

-Masha, escucha.., Adrián. ¿Sabes? tu Adrián...
-Si, ¿Qué pasa?

Masha comenzó a retorcer el vuelo de su vestido entre los dedos.

-¿Es idiota no?
-Claro, ¿Por qué lo dices?
-Es que... -Laura baciló unos instantes- verás, le ha estado insistiendo a Beatriz para quedar.

Puede que yo lo estuviera viendo venir, ya que, para sernos sinceros, aquello era como tener una avioneta sobre los hombros a punto de aterrizar en tu espalda, pero en aquel momento me asusté cuando lo escuché, bueno, más bien tuve que reprimir el impulso de taparme los oídos. Aquello en el irrespirable aire sonó como una explosión. La onda expansiva por poco me descompone en mil pedazos y cuando me giré a la derecha esperando ver a Masha tan sólo vi un montón de escombros grises. El verde de sus ojos estaba estancado, y en el fondo de sus pupilas solo encontré oscuridad. De algún modo, Masha había hecho maletas, cubierto los muebles con pólvora, prendido fuego a una mecha y huido a un lugar muy, muy lejano.
Si Masha dejó migas de pan tras su huida, las palomas habían arramplado con el rastro, y supe que esta vez sería difícil encontrarla.
Aquella persona con las pecas de Masha que tenía a mi lado no tardo ni dos segundo en contestar a Laura, pero para mí su voz sonó como una caja de música rota.

-Ah... ya.
-¿Lo sabías?
-No no, pero...
-Te lo he dicho porque supongo que querrías saberlo.
-Supongo.

Masha bajó la mirada y asió la tela con fuerza.

-Vale, ¡Mierda! No debería habértelo dicho. Siempre me pasa lo mismo....
-¡No Laura! Tranquila, de verdad, sólo me has hecho un gran favor. Gracias.

Y Masha sonrió con los labios apretados. Fue una sonrisa sin fuerzas, como sostenida por ángeles pero rota... Aun así me sorprendió que Laura no se percatase y sonriera a su vez, aliviada. O quizá solo disimuló. Mejor no insistir.

-No ha sido ningún favor. Te mereces la verdad, y Adrián no te merece.

Masha sucumbió al silencio y no dijo nada. Nos despedimos de Laura al llegar a la esquina.

Cuatro pies marcábamos el ritmo sobre las baldosas de la calle. Caminaba sola.

1 comentario:

Cat dijo...

Me ha gustado mucho... aunque es triste.
Me encanta tu blog, Volveré
Un besito!