Viva la vida

Mi nombre es Violeta, pero me gusta más Violet o Violette.

No recuerdo qué quería ser durante infantil, pero sé que me interesaban la ciencia, la paleontología, la medicina, la arqueología, la astronomía y la química mientras estudié primaria.

Siempre supe dibujar bien, pero yo defendía constantemente que para mí eso sería sólo un hobby y nada más.

Entonces llegó secundaria y todo cambió.

Cambié las amistades y la ropa de mi armario. Me corté el pelo a capas y comencé a dejarlo todo, incluidas las clases de piano. Mis notas cayeron en picado, atraídas por el lado oscuro del suspenso, y yo podía sentir como se me escapaba la inteligencia ante mis propios ojos. No sé, fue rápido pero a penas lo noté... Y entonces (no recuerdo cuando) llegó un día en el que quise ser diseñadora y sólo me importó la moda y mi aspecto exterior. Tanto es así que ahora no puedo evitar ver mi personalidad reducida a cenizas, a pesar de que jamás he dejado que fuera influenciada por nada ni nadie.

¿Y ahora?

Ahora. Ahora, a las puertas de una de las más grandes decisiones de la vida, vuelvo a cambiar de opinión.

Veréis, aunque puede que no muy bien, siempre he escrito lo que sentía, ya que nunca he sabido expresarme ante la gente. Los sentimientos en mi boca se atropellan y me siento débil por confesar todo aquello encerrado en las profundidades de mi alma.

Por otra parte, me gusta estar sola. Conociéndome un poco, sé que la vida que hasta ahora he querido entre flashes y fiestas, no sería vida para mí, por mucho que me gustara confeccionar preciosos vestidos con magníficas telas y estampados...

Por esto, y otras muchas cosas que se irán descubriendo en este pequeño blog de apuntes y escritos que vagan por mi mente cada día, me quiero aferrar a las palabras, y desear que algún día pueda acabar una de esas novelas cuyos comienzos esperan ser continuados.

Literalmente, quiero vivir del cuento.

Seguiría diseñando, pero esta vez, diseñaría historias que hicieran sentir, pensar y estremecerse a aquel que las descubriera. Que las letras me den el nombre de artista, y vivir una vida bohemia y algo más real. A fin de cuentas, será vida.

Encantada de escribir para todo aquel que desee leer,

Violet